Desde niño me gustaba crear, las manualidades eran cosa de mi día a día, la plastilina mi mejor compañera.

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De joven el entorno me convenció que no había manera de vivir haciendo lo que me gustaba por lo que  preocupado por mi futuro concluí una carrera universitaria, conseguí un trabajo en el cual hacía sentir a todos orgullosos, pero que no me hacía feliz, harto de esa vida decidí emprender con algo que me gusta hacer, la presión social era tal que siempre me hacían dudar... 

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Todo esto aconteció en Septiembre de 2015 que hice mi primer piñata, al día de hoy cuento con un equipo de trabajo que cree en lo que hago y muchos clientes satisfechos me reafirman que siempre tuve razón y que siempre hay que luchar por lo que deseas.